Meditar o escapar de la realidad? Vamos a descubrir que es la Meditación?
- Malena Hughet
- 22 nov 2024
- 3 Min. de lectura

Hace muchos años que empecé a practicar yoga y también meditación, ya pase por todas las técnicas, por todos los centros “espirituales”, y hasta seguí maestros que me darían la fórmula exacta para llegar a la iluminación. Todo esto junto con ser vegetariana y vestirme de blanco. Una etapa de mi vida muy bonita que me ha dejado muchas buenas memorias. Pero hoy en día mi práctica ha cambiado, ya no quiero llegar a ningún lado solo quiero estar bien consciente de mi misma y de todo lo que sucede a mi alrededor, al menos eso intento. Mi rutina diaria es levantarme temprano, lavarme la cara para luego coger el mat de yoga y sentarme a realizar asanas que en ese momento me provocan y terminar con unos ejercicios de respiración. A veces la pereza quiere imponerse, pero siempre la venco ( ok, con ciertas excepciones), por la sencilla razón de que amo hacer yoga y que ya puedo ver algunos beneficios creciendo como consecuencia de mi práctica. Ya no soy vegetariana y me visto con ropas confortables pero ya no son blancas. La pregunta es: ¿Cuál es la diferencia entre estas dos etapas? En los primeros años era muy joven y estaba llena de curiosidad, quería saberlo todo, leer los libros, experimentar, etc. Quería llegar a la iluminación y practicar en grupo con mis amigos era muy bonito, solo hablábamos de cómo podríamos cambiar el mundo, de lo que sentíamos cuando estábamos meditando, de las luces que veíamos, de los mensajes que llegaban a nosotros durante nuestra practica, un mundo de ensueño. Eran momentos donde me distanciaba completamente de la realidad, aquella que regresaba al llegar a casa, porque crecí en una familia disfuncional, algo muy difícil de sobrellevar. Estar en grupos “espirituales” aliviaba mucho mi sentido de pertenencia, que siempre busqué desde niña. Pero toda esta fantasía se desvaneció cuando decidí seguir a un líder de una filosofía de yoga, me radicalize en mi práctica, me presionaba muchísimo, estaba en una maratón y quería llegar a la meta rápido. Pero lo cierto era que mientras más horas me impuse de práctica, los momentos de conflicto eran más grandes. Pero no todo fue en vano, pues el primer gran beneficio de esta práctica maravillosa surgió, finalmente tome consciencia de que estaba encapsulada en una fantasía, finalmente acepte mis heridas emocionales, mis traumas, y empecé un nuevo camino de aceptación, sanación, y de perdón. Fue un camino largo, tedioso, de mucho dolor, pero que me ha traído hasta donde estoy hoy en día. He entendido, de acuerdo a mi experiencia personal, que meditación es intentar estar en todo momento consciente de uno mismo y de tu alrededor, también es acción pero que proviene de la compasión hacia uno mismo y de tu entorno. Una acción que surge en el momento, en el presente, que no te crea conflicto, sino que por el contrario que te unifica con la vida, con el mundo. En conclusión entiendo que meditación es estar presente en el momento, una acción que por su simpleza, se torna muy difícil. Porque el desafío es meditar dentro de este mundo en el que vivimos, el de los conflictos armados, el de la corrupción, de la envidia, del narcisismo, el de nuestros traumas, tristezas, fracasos , etc. Pero donde también se encuentra la esperanza, la vida. Porque ahí donde una flor acaba su ciclo de vida, nace otra, con todo su esplendor. Por último, no creo que haya diferencias en estas etapas de mis vida, si no, de un movimiento constante que va transformando todo.
Comments